OCUPARSE DEL ADOLESCENTE, ENTRE OTRAS OCUPACIONES
Antes de hablar sobre cómo se comporta un adolescente y, más aún, de cómo pueden comportarse los padres, hay que hacer hincapié en que la vida familiar no gira solo en torno a él y que este hecho es sumamente importante si uno quiere comprender la situación de la que se parte y hasta qué punto puede cambiarse. En concreto, los padres realizan numerosas actividades que requieren de tiempo y energía. A su vez, estas actividades pueden ser fuente de estrés, cansancio o irritación. En definitiva, los recursos básicos con los que se enfrentan a problemáticas familiares, más complejas cuando incluyen hijos adolescentes, se ven mermados y condicionados por el resto de exigencias de la vida. Con todo esto pretende decirse que conviene rentabilizar los recursos, ¡que ya son escasos! Como veremos más adelante ¿Es una buena inversión iniciar una discusión con el adolescente o podría actuarse de una manera menos costosa y con mejores resultados?
RETRATO DEL ADOLESCENTE: ¿QUIÉN ES ESTE JOVEN Y DONDE ESTÁ MI PEQUEÑO?
Durante la adolescencia se producen numerosos cambios y a un ritmo muy acelerado. Los padres, testigos de la metamorfosis de su hijo, pueden sentirse a menudo desconcertados. Todos estos cambios van dirigidos a que el niño se transforme en un adulto. En el caso de los humanos, el tiempo que los hijos permanecen con sus padres es mayor que en cualquier otra especie. De hecho, los cambios sociales han repercutido en que este tiempo en el que el joven depende de su familia sea mayor en la actualidad que hace unos años. Aun así, en muchas ocasiones los adolescentes se sienten capaces de tomar las responsabilidades (y privilegios) de la edad adulta antes de que sus padres o la sociedad lo consideren oportuno. El resultado de esta “dependencia prolongada” es que los adolescentes pueden sentir cierto resentimiento hacia sus mayores así como percibir que éstos los menosprecian al coartar su grado de independencia.
MOLESTO… PERO NORMAL
Hasta ahora hemos hablado de los cambios de los adolescentes y porque se dan. Es necesario reconocer que como resultado de esto se dan a menudo problemas o conductas molestas. Una de las principales preocupaciones de los padres (especialmente aquellos que no tienen experiencia con adolescentes) es saber si aquello es normal o, hasta que punto lo es. Algunos ejemplos de conductas molestas pero normales son:
- Largas charlas por teléfono/ chat
- Vestimenta y aspecto
- Desorden en su habitación
- Preferencias musicales
- Gramática
- No salir con la familia
- Actitud negativa intermitente
- Hábitos de alimentación
- Uso de la asignación
- Uso de sus cosas
- Olvido de las tareas
COMO SABER SI TIENE PROBLEMAS
Es difícil establecer un punto en el cual las conductas del adolescente pueden ser signos de problemas emocionales y no solo manifestaciones del proceso evolutivo normal. En general, un análisis de las distintas áreas debería mostrar que el adolescente con problemas tiene alteradas de forma significativa casi todas sus relaciones y actividades. Sin ánimo de generalizar, se presenta una tabla de ejemplo que diferencia los adolescentes problemáticos de aquellos competentes y corrientes.